domingo, 11 de septiembre de 2011

El área gris del coltán

El caso de la explotación del coltán en la República Democrática del Congo es un tema muy delicado, debido a los resultados humanos que ha traído esta práctica. El coltán es un mineral indispensable para la fabricación de algunos componentes electrónicos. Sin ellos, nuestros queridos aparatos electrónicos no existirían. Sin embargo, la extracción de coltán ha condenado, de forma más o menos directa, a millones de personas a la muerte. ¿Hasta dónde es éticamente correcto dejarnos llevar por el consumismo, para disfrutar de nuestras computadoras, celulares y demás aparatos electrónicos?

Cuando el coltán extraído en Brasil, Australia y Tailandia comenzó a escasear se estableció   mercado ilegal en África central. En las provincias del este de la República Democrática del Congo, consideradas por la UNESCO reservas ecológicas de gran importancia, se encuentra aproximadamente el 80 % de la reserva mundial de coltán y es justamente allí donde intervienen grandes y muy conocidas multinacionales formando en la zona una serie de empresas, muchas de ellas “fantasma”, asociadas entre los capitales transnacionales, los gobiernos locales y las fuerzas militares para la extracción de coltán como así también de otros minerales como el cobre, el oro y los diamantes industriales.



A continuación presentaremos dos ejemplos en los cuales se muestra cómo la ética va más allá de los ámbitos que ampara la ley.
El primer ejemplo trata acerca de las responsabilidades de las empresas que compran el coltán que es extraído de forma ilegal de países como el Congo. Las empresas electrónicas están tomando consciencia acerca de prácticas éticas, no simplemente en su cadena productiva, sino también en la forma en cómo consiguen sus materias primas.
Como ya se mencionó el coltán es un mineral altamente estratégico debido a su importancia en el desarrollo de nuevas tecnologías y estas empresas, por ley, no tienen porque preocuparse de las prácticas de las empresas a las cuales les compran la materia prima para producir.  Sin embargo, gracias a los movimientos de Responsabilidad Social que se están viendo en el mundo, las empresas se preocupan por los integrantes de toda su cadena de productiva. El Centro de Estudio Internacional del Tántalo-Niobio, en Bélgica, ha recomendado a los compradores internacionales que eviten el coltán de la región del Congo por motivos éticos. Las grandes compradoras de este mineral no están interesadas en que los conflictos sociales derivados de la extracción del mineral se hagan públicos en los medios de comunicación. Estos últimos, a su vez, se ven condicionados por el temor a perder los importantes ingresos publicitarios.
Gracias a un estudio realizado por The Enough Project, esta ha calificado a las 21 compañías tecnológicas más importantes en un ranking que va desde “una empresa SIN conflictos en su cadena de suministros y sin conflictos en el sector minero del Congo” hasta “una empresa que no se preocupa en nada por las prácticas en su cadena de suministro”.
Dentro de la categoría de “ESTRELLA DORADA” una empresa sin conflicto, no se encuentra ninguna empresa, esto se debe a que las empresas y los gobiernos están desarrollando formas en las que se den mejores prácticas.
En la categoría “GREEN” las que van por buen camino, encontramos:



En la categoría “YELLOW” las que todavía pueden mejorar, encontramos:



En la categoría “RED” las que se quedan atrás, encontramos:



Como vemos hay empresas que están mejorando en el aspecto de Responsabilidad Social y así como otras que todavía les falta mejorar bastante.

El segundo ejemplo en donde la ética va más allá de la ley se da con el intento de certificación del coltán. A pesar de que la cadena del comercio del coltán es muy compleja, un sistema adecuado de certificación del coltán “libre de conflictos” podría promover la extracción legal y al mismo tiempo combatir su papel en el conflicto. Alemania ya ha financiado un estudio piloto para este proyecto, y el ministro de economía congoleño ha anunciado que en 2009 se concluirá un programa de reconocimiento para el coltán congoleño. Aunque este plazo parece excesivamente optimista, se espera que la instauración de un nuevo marco regulador para el mercado del coltán pronto pondrá fin a la financiación de la guerra. La adopción de un sistema de certificados para el coltán extraído legalmente podría suponer un primer paso en la contribución efectiva de la comunidad internacional a una solución para el conflicto. Sin embargo, existe el riesgo de que la comunidad internacional conceda los incentivos equivocados y las partes involucradas en el conflicto tomen ciertas decisiones sólo para satisfacer a los donantes occidentales, sin buscar soluciones a largo plazo para las hostilidades de la región.

Esta situación que se plantea para la certificación del coltán sería una ley en la cual se esperaría que regularice la situación ilegal de la explotación del coltán, pero como se menciono en la última oración del párrafo anterior, esta disposición se puede privilegiar a ciertos bandos y no al bien común de Congo. Esto se podrá decidir ya dependiendo de las decisiones de las empresas, más allá de la ley de certificación, en como utilizaran esto para la importación de este mineral estratégico.



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