lunes, 24 de octubre de 2011

Análisis utilitarista del Coltán

En primer lugar, el utilitarismo se enfoca en obtener la felicidad de la conducta humana y que en consecuencia el comportamiento de lo bueno y lo malo es el placer  y el dolor. Esta doctrina se enfoca en el principio de la máxima felicidad y sostiene que las acciones de una persona son correctas en proporción que esta así lo considera para alcanzar su felicidad.
Dentro de esta definición, podemos afirmar que el utilitarismo se basa en tres principios fundamentales:
1.       Lo que resulta valioso para un individuo no necesariamente es para otro.
2.       El mejor resultado de las cosas es aquello que consideramos que es la mejor manera de realizar las cosas.
3.       La moral de cualquier acción o ley viene definida por su utilidad o si se alcanza la máxima felicidad.
Entonces, de acuerdo al caso de Cabot Corporation, la empresa está tomando sus decisiones bajo un pensamiento capitalista fundamentado por la ética utilitarista. Esto se corrobora ya que esta organización sigue realizando sus actividades con recursos naturales provenientes de una zona donde existe una lucha constante por obtener el dominio de este preciado recurso. Es obvio que este tipo de acciones donde los pobladores locales se ven sumamente perjudicados, ya que conviven en un lugar donde existen los grupos llamados “señores de la guerra” y donde las autoridades son corruptas y sobornadas por los dólares que las empresas como Cabot Corporation ofrece. Como consecuencia, conviven en condiciones infrahumanas donde su única opción es tratar de sobrevivir.  Bajo el conocimiento de estas situaciones por parte de las transnacionales provenientes de China y USA como Cabot Corporation siguen comerciando con este mineral, ya que bajo su pensamiento mercantilista  ellos consideran primordial la maximización de sus utilidades. Es evidente que esta organización considera como la máxima felicidad maximizar sus ingresos, es por eso que no toman en cuenta este tipo de acciones solo apoyan a la economía ilegal donde lo único que buscan es poder mantener su derecho de explotación.


Por ejemplo, en el año 2000, el coltán generaba ganancias mensuales de de US$ 20 millones para Ruanda. Sin embargo, debido a esta guerra por el derecho de explotación, más de 5.2 millones de personas han sido masacradas entre 1997-2003.

 Finalmente, de acuerdo a cualquier tipo de lógica este tipo de acciones son incorrectas y deberían ser sentenciadas con todo el peso de la ley. Sin embargo, bajo un pensamiento utilitarista es correcto pues la moralidad se define bajo su utilidad o su máxima felicidad, y para estas empresas comerciar con el Coltán lo es.
A continuación se presentará el análisis “costo-beneficio”:

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