En el caso controversial del
coltán, no se puede aplicar la estrategia de Peter Singer llamada “golpe por
golpe”, en donde prácticamente se define la situación inicial y la respuesta
inmediata es similar e intencionalmente acondicionada a tener los mismos
efectos, lo cual no es sostenible en el largo plazo.
Los agentes involucrados en este
problema son muchos y los más afectados son las personas explotadas en
terribles condiciones de trabajo, contaminación rural, abandono tecnológico,
pobreza, desnutrición, etc. Los habitantes del Congo son, en gran magnitud, la
parte más afectada en este problema causado por intereses mezquinos y
corrupción que beneficia a unos pocos.
El Gobierno no puede actuar de la
misma manera (ilegal) como lo hacen las empresas tales como Cabot Corporation,
pues es el agente regulador que en el primer momento permitió la entrada y
explotación descontrolada del mineral bajo las peores condiciones, causando
muchos perjuicios a los habitantes y trabajadores involucrados con el negocio y
sus daños colaterales.
Bajo el mismo principio, los
habitantes no pueden actuar de la misma forma (ilegal) pues estarían generando
conflictos que pueden desatar muchas otras catástrofes que empeorarían la
situación. El ejemplo de una huelga o la toma de las instalaciones pueden
generar conflictos internacionales (rehenes, rescates, asesinatos, etc.) que
escapan de las manos de los empresarios, pero que en un inicio causaron
involuntariamente.
La solución a este problema es un
voto común y la atención de los medios de comunicación, logrando la cobertura a
nivel mundial para lograr que las organizaciones sin fines de lucro puedan
abastecer a las comunidades cercanas y remediar su condición actual. Pero, el
verdadero reto está en lograr que el estado elimine la presencia de empresas
que deterioran la calidad de vida y realizan acciones ilegales, sancionándolas
y haciendo que paguen por todos los daños causados a modo de compensación.
Es de esta manera, que pacífica y
éticamente podremos vencer las irregularidades y malas prácticas que mutilan la
dignidad de las personas y manchan el mercado con resultados catastróficos como
los desarrollados en el análisis del caso.
En conclusión, aplicar la
estrategia “golpe por golpe” no es la solución adecuada pues no existen
relaciones a largo plazo beneficiosas para todas las partes (utilitarismo) ni
se proponen mejoras continuas. La solución es eliminar a los promotores de la
actividad que facilita el comercio en el mercado negro a costa de vidas humanas
sancionándolos y mejorando la calidad de vida de los que pueden ser rescatados.
En el futuro, se debe negar la entrada de este tipo de empresas que deterioran
la industria extractiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario